Mazda se consolidó como la marca más aspiracional en Colombia durante los años 80 y parte de los 90, gracias a modelos emblemáticos como el Mazda 626 en sus versiones L, LX, GLX y SW, esta última importada directamente desde Japón. La Compañía Colombiana Automotriz (CCA) comenzó a ensamblar diversas versiones de Mazda desde 1985, alcanzando su cúspide con la generación ASAHI en 1988, una evolución significativa del Mazda Nueva Raza.

«Marlon,» un Mazda 626 LX modelo 1988, es un vehículo particularmente interesante dentro de la colección de Granautos. Este automóvil, uno de los primeros del modelo ensamblados en Colombia, representa lo mejor de su época con un equipamiento de ensueño: cuatro vidrios eléctricos, espejos eléctricos, apertura interna del baúl, aire acondicionado con ventilación motorizada y una lujosa cojinería en tela de pana. Además, su tablero de instrumentos curvo y su motor de 1.8 litros a gasolina con encendido electrónico destacaban su avanzada tecnología y confort, atributos que lo hacían comparable con los vehículos más equipados de hoy en día.

Este Mazda, que costaba más de 10 millones de pesos en su tiempo (equivalente a más de 200 millones de pesos actuales), fue encontrado en Popayán. Su nombre, «Marlon,» rinde homenaje a su anterior dueño, quien facilitó su traslado a Bogotá para unirse al museo rodante de Granautos. Con un 70% de su pintura original color Rojo Montaña intacta, este vehículo es un ejemplo de conservación más que de restauración. Además, obtuvo sus placas azules con 93 puntos tras un riguroso peritaje, lo que lo convierte en un verdadero tesoro automotriz. A sus 36 años, «Marlon» sigue rodando con la elegancia y fiabilidad que solo un mantenimiento y cuidado especial pueden garantizar, demostrando que algunos clásicos nunca pasan de moda.